“Me sucedió algo muy curioso con respecto al técnico, Cesar Luis Menotti. Yo empecé mi carrera en un lugar de Santiago del Estero, Central Córdoba, y en el año ’65, Boca fue a jugar a mi ciudad.
Yo jugué para el club santiagueño y lógicamente, uno de los integrantes de ese Boca era nada menos que Cesar Menotti. Yo nunca le conté nada de que lo había enfrentado en aquel partido, incluso tampoco se lo dije cuando fue mi técnico en la selección. Luego, en un hotel de Mar del Plata, me acerqué al entrenador donde estaba concentrando con Boca y le mostré una vieja revista. “¿Cómo no me comentó nunca de este recorte?” me dijo. Le respondí que nos iban a hacer más viejos de lo que somos”.
En sus comienzos como mediocampista y jugando en una liga en la ciudad de Fernández, Santiago del Estero, donde nació. Luis Adolfo Galván, de tez morena, pasó por el Club Independiente de aquella zona, pero con la particularidad de que a la vez ejercía su labor de docente. Luego, cuando el tiempo lo fue llevando al fútbol donde pasó por Central Córdoba (Sgo. Del Estero), Talleres (Córdoba).
Hasta ahí, siempre necesitó trabajar y a su vez, se desempeñaba como obrero en la fábrica automotriz Fiat, en la capital cordobesa. Al tiempo y como jugador profesional completó su carrera con Belgrano (Córdoba), Atlético Loma Negra (Olavarría), Bolívar (Bolivia), Central Norte (Salta).
Yo jugué para el club santiagueño y lógicamente, uno de los integrantes de ese Boca era nada menos que Cesar Menotti. Yo nunca le conté nada de que lo había enfrentado en aquel partido, incluso tampoco se lo dije cuando fue mi técnico en la selección. Luego, en un hotel de Mar del Plata, me acerqué al entrenador donde estaba concentrando con Boca y le mostré una vieja revista. “¿Cómo no me comentó nunca de este recorte?” me dijo. Le respondí que nos iban a hacer más viejos de lo que somos”.
En sus comienzos como mediocampista y jugando en una liga en la ciudad de Fernández, Santiago del Estero, donde nació. Luis Adolfo Galván, de tez morena, pasó por el Club Independiente de aquella zona, pero con la particularidad de que a la vez ejercía su labor de docente. Luego, cuando el tiempo lo fue llevando al fútbol donde pasó por Central Córdoba (Sgo. Del Estero), Talleres (Córdoba).
Hasta ahí, siempre necesitó trabajar y a su vez, se desempeñaba como obrero en la fábrica automotriz Fiat, en la capital cordobesa. Al tiempo y como jugador profesional completó su carrera con Belgrano (Córdoba), Atlético Loma Negra (Olavarría), Bolívar (Bolivia), Central Norte (Salta).
La fama en Talleres hizo que el gran sueño de su vida se cumpla. “El jugador de fútbol, como cualquier persona que elige una profesión, tiene muchos sueños. En mi caso siempre anhelé jugar en un club grande y una vez que llegué en un club importante, ambicioné obviamente jugar en la selección.
En mi caso particular, fui cumpliendo todo paso a paso. Y por supuesto, cuando llegué a la selección, sentí que había cumplido los objetivos que me había planteado en un principio”. Así fue como Galván cumplió su sueño de jugar un Mundial y luego salir campeón en Argentina 1978. Después, en 1982 volvió a integrar la defensa argentina en Mundial de España.
Al final de su carrera y con canas en su cabeza por peinar, Luis Adolfo Galván, desde el retiro incursiona en el periodismo deportivo en la ciudad de Córdoba, donde su paso por el fútbol lo convirtió en un autentico ídolo de permanente recordación. En el presente por sugerencia del Círculo de Periodistas Deportivos de Santiago del Estero,La Liga Santiagueña de Fútbol decidió establecer el nombre del ex futbolista campeón de la Copa del Mundo del `78; “Luis Adolfo Galván” al torneo Clausura 2011.
En mi caso particular, fui cumpliendo todo paso a paso. Y por supuesto, cuando llegué a la selección, sentí que había cumplido los objetivos que me había planteado en un principio”. Así fue como Galván cumplió su sueño de jugar un Mundial y luego salir campeón en Argentina 1978. Después, en 1982 volvió a integrar la defensa argentina en Mundial de España.
Al final de su carrera y con canas en su cabeza por peinar, Luis Adolfo Galván, desde el retiro incursiona en el periodismo deportivo en la ciudad de Córdoba, donde su paso por el fútbol lo convirtió en un autentico ídolo de permanente recordación. En el presente por sugerencia del Círculo de Periodistas Deportivos de Santiago del Estero,
Además, las arrugas y su buena labor como docente, lo vislumbra en la parte de coordinador de las escuelas de fútbol. “Al parecer, uno hizo bien las cosas”, expresó.
Así fue como de Santiago del Estero y de Central Córdoba, de esa misma provincia. El maestro ahora puede descansar tranquilo en todos sus logros. De jugar en un equipo chico, jugar en uno grande, alcanzar lo más preciado que un futbolista puede alcanzar y, ahora, el reconocimiento.
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